5 de noviembre de 2007

Más aplausos, por favor...

La verdad es que ha sido algo progresivo y, apenas nos hemos dado cuenta pero, ha llegado el momento de abrir los ojos.
¿Dónde quedaron los aplausos?
Sé que es una pregunta rara y sin fundamento, y porque no, no viene a cuento de nada. Pero creerme, es así, es importante y quiero hablaros sobre ello.
Es algo como, cuando viene tu mujer y te dice:
"Ya no me quieres como antes..."
O algo como:
"No me cuidas, ni me das el cariño que me dabas antes"
Lo sé, lo sé, ya estoy viendo vuestras caras desencajadas y expresiones de pánico. Son frases que a uno, le hacen poner la piel de gallina solo de oírlas. Él lo sabe, tu lo sabes, yo lo sé,... cuando llega una frase de este tipo solo puedes ponerte a temblar. La verdad es que no hay salida posible. Sencillamente la has cagado, ¡digas lo que digas, pringas chaval!
Si te excusas con algo, estás listo. Si no dices nada, para que quieres más! Si lo reconoces.... madre mía si lo reconoces, ¿pero que has hecho insensato? Serás sincero si, pero también inhumano, cruel, maligno, retorcido, maltratador, mala persona, calculador, frío, insensible... y un largo etcétera, de esos que te obligan a fregar los platos durante meses y a dormir solo y pasando frío en el sofá.
Soluciones y salidas posibles, pocas, muy pocas. Tengo un amigo, con dotes para la interpretación, que en algunas de esas ocasiones extremas, finge un ataque epiléptico repentino. Pero no un ataque vulgar de esos que te hacen temblar un poco no, un verdadero ataque que, ríete tú de la niña del exorcista. Para que luego digan que el teatro no sirve para nada.
Bueno como os iba diciendo: "Ya no aplaudimos como antes".
Así es. Es algo que hemos ido perdiendo con el tiempo. Se ha descuidado hasta el punto de extinguirse.
Fijaros por ejemplo en los vuelos aéreos. Me acuerdo de haberme subido algunas veces en vuelos nacionales y cuando el aparato conseguía aterrizar en la pista, la gente aplaudía y animaba a los pilotos por su buena gesta y dotes de buena conducción, algunos lo llamarían suerte, eso si.
Pero ahora... ahora la gente se queda inmóbil en su asiento, quietos, sin apenas respirar, a lo sumo, alguno se atreve a rezar oraciones de alguna religión moderna; cienciología, citología o vete tu a saber, y luego, como no, el que sujeta con firmeza el sudoku y lo empapa de sudor, no sé si por los nervios del aterrizaje o por la tortura psicológica a la que se ha visto envuelto durante largos minutos de vuelo entre números y probabilidades imposibles (el ser humano debe de ser masoca de nacimiento). Debo añadir que, los de primera clase van con sudokus electrónicos, no empapan la revista de sudor está claro. Es otro nivel, es normal, sin embargo mueren electrocutados por las dichosas maquinitas. Que se jodan piensa aquel! Cuidado amigo, soy como Anthony Blake, puedo ver lo que piensas... y en ocasiones preferiría ser ciego la verdad, tienes una mente perversa.
Justo ahora que es cuando más deberíamos aplaudir. ¡Da gracias que el avión a aterrizado en suelo plano y estamos vivos!
Aunque por otro lado, debe de ser normal, la gente pasa controles exhaustivos y te marean con lo que puedas llevar o lo que no. Todo el mundo es terrorista hasta que no demuestres lo contrario. Te joden los mecheros, el liquido de las lentillas, no puedes hacer botellón casero,... Los de AENA montan estancos y licorerías por doquier.
¡A cualquiera le quitan las ganas de volar! Ni siquiera te dan el caramelito que te daban antes por si preferías morir ahogado antes que inmolado o estrellado. ¿Encima les vamos a aplaudir?
P.D.: Sería bueno que dejaras de pensar en embarcar a la suegra en algún vuelo sin destino fijo y sin vuelo de regreso. Por el momento, y por lo que sé, tan solo se dedican a robar maletas y montar estancos.
¡Aplaudan por favor! No me obliguen a ponerles un regidor en sus vidas...

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