¿Alguien ha escuchado alguna vez la frase de “ la suerte está echada”?
Yo siempre me he preguntado: ¿pero dóndeeeeeee….????? ¿Por qué a mí no me llega? Mira que la busco y no la encuentro, dióooooooooooos! Desde luego ha sido echada... ¡pero a mala leche!
Muy listo el que inventó la frasecita, seguro que la dijo un tío en una noche de copas entre risas y vinillo tinto, pero a mí me jodió la vida, rebuscando entre rincones un trébol de cuatro hojas o un gato con cinco patas, ¡yo qué sé!
Es como la lotería.
Yo siempre me he preguntado: ¿pero dóndeeeeeee….????? ¿Por qué a mí no me llega? Mira que la busco y no la encuentro, dióooooooooooos! Desde luego ha sido echada... ¡pero a mala leche!
Muy listo el que inventó la frasecita, seguro que la dijo un tío en una noche de copas entre risas y vinillo tinto, pero a mí me jodió la vida, rebuscando entre rincones un trébol de cuatro hojas o un gato con cinco patas, ¡yo qué sé!
Es como la lotería.
El otro día, volviendo de un día de trabajo, si uno de esos que no llegan ni a mileurista, me paré sin querer delante de un aparador. ¿Se puede parar uno sin querer? Bueno no sé, el caso es que al ver las letras del cartel, pensé… tate! Esto tiene que ser una señal.
Los tres japos diminutos que trabajan estresados en mi cerebro se pusieron manos a la obra en una relación de ideas interesantes; el destino me había puesto delante de una tienda de boletos ganadores. Claro, clarooooooooooooooo, lógico…
Así que me dispuse a comprar uno pero entonces… Dióooooooooos! ¿La suerte se ríe de mí? Otra crisis existencial: ¿Qué compro? ¿Primitiva-euromillón-elgordo-loteríadelniño-delamadre-delespíritusantoamén? Al final, me decidí por la Primi (que podía acabar en “o” por la cara de primO que se te queda cuando te das cuenta de que nunca toca).
Bueno a lo que iba, salí del templo de la suerte, con la seguridad de cruzar la calle y encontrarme con el hombre calvo del anuncio (no me negaréis que tiene su atractivo el tío). Pero en vez de eso, me encontré con algo maloliente pegado a mi zapato… pfffff… bueno… ¿otra señal?..... ¿Señal????????? ¿Pero qué coño les pasa a mis japos? ¿Se han tomado un tripi o qué? Había pisado una mierda y punto! Eso NO es suerte, es una putada!
La suerte me sonreía… estaba tan seguro de haber ganado que empecé a gastar y gastar en cosas muy útiles e imprescindibles como un robot que te masajea los pies o un aparato que te enciende los cigarrillos (todos de Teletienda, claro… otro tema a hablar otro día).
Y entonces; ¡plaf! La gran hostia cuando te das cuenta de que la combinación de tu apuesta no se parece una mierda a la que ha tocado en realidad! ¡Ni un puñetero número que se le parezca! Y te quedas con la teletienda en tu casa y unas deudas que "pa’ qué"!
Conclusión: la suerte no existe, en todo caso hay borrachos que la inventan…
Los tres japos diminutos que trabajan estresados en mi cerebro se pusieron manos a la obra en una relación de ideas interesantes; el destino me había puesto delante de una tienda de boletos ganadores. Claro, clarooooooooooooooo, lógico…
Así que me dispuse a comprar uno pero entonces… Dióooooooooos! ¿La suerte se ríe de mí? Otra crisis existencial: ¿Qué compro? ¿Primitiva-euromillón-elgordo-loteríadelniño-delamadre-delespíritusantoamén? Al final, me decidí por la Primi (que podía acabar en “o” por la cara de primO que se te queda cuando te das cuenta de que nunca toca).
Bueno a lo que iba, salí del templo de la suerte, con la seguridad de cruzar la calle y encontrarme con el hombre calvo del anuncio (no me negaréis que tiene su atractivo el tío). Pero en vez de eso, me encontré con algo maloliente pegado a mi zapato… pfffff… bueno… ¿otra señal?..... ¿Señal????????? ¿Pero qué coño les pasa a mis japos? ¿Se han tomado un tripi o qué? Había pisado una mierda y punto! Eso NO es suerte, es una putada!
La suerte me sonreía… estaba tan seguro de haber ganado que empecé a gastar y gastar en cosas muy útiles e imprescindibles como un robot que te masajea los pies o un aparato que te enciende los cigarrillos (todos de Teletienda, claro… otro tema a hablar otro día).
Y entonces; ¡plaf! La gran hostia cuando te das cuenta de que la combinación de tu apuesta no se parece una mierda a la que ha tocado en realidad! ¡Ni un puñetero número que se le parezca! Y te quedas con la teletienda en tu casa y unas deudas que "pa’ qué"!
Conclusión: la suerte no existe, en todo caso hay borrachos que la inventan…
Ah! Y mejor que contraten chinos… porque los japos no se enteran mucho de la película….
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